Entrevista a una genetista.
Hoy en día parece cada vez más evidente que el SARS-CoV-2 puede haber venido de un laboratorio
https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/ ... b45ae.html
Las dudas que la genetista Alexandra Henrion Caude plasma en 'Los aprendices de brujo' sobre las vacunas basadas en tecnología la han colocado en el centro de la polémica: "El virus ha planteado numerosos problemas".
Cuestionar la Ciencia como derecho y deber. Si algo debiéramos haber aprendido en estos tres años de pandemia es que en Medicina no hay nada definitivo y que nos queda mucho por conocer del organismo humano y de las aplicaciones de los tratamientos que van llegando. La genetista franco-británica Alexandra Henrion Caude (1969) ha recopilado en Los aprendices de brujo (La Esfera de los libros) todas sus dudas sobre cómo el ARN frenó la pandemia.
Una de las cuestiones que más le han hecho es: "¿Estás a favor o en contra de las vacunas?". Ella se posiciona como firme defensora de la Ciencia. Más allá de una polémica postura que pueda ser usada en contra del saber por los antivacunas, explica que "aquí tengo la oportunidad de destacar mi posición única, ya que nunca he creído en soluciones universales y siempre he admirado la complejidad genética de cada individuo, lo que da lugar a una amplia gama de posibles terapias".
El libro de la que fuera directora de Investigación del Instituto Nacional de Salud francés durante veinte años invita al lector a una reflexión serena, tomando la perspectiva de que ya hemos pasado lo peor, de cómo y por qué apareció el SARS-CoV-2 y cómo se agilizó con tanta premura las vacunas basadas en el ARN mensajero.
Todas las afirmaciones contenidas en las páginas han desatado la polémica en Francia y Canadá. "¿Lograron las vacunas prevenir nuevas infecciones por Covid-19? No. ¿Evitaron la transmisión del virus? No. ¿Protegieron contra segundas infecciones? Tampoco. ¿Lograron reducir significativamente las muertes por Covid-19 en el hospital? Lamentablemente, estas respuestas son de conocimiento común. Esto, sin mencionar la promesa de frenar la propagación de la epidemia, que no se cumplió. Es lamentable, ya que en mi libro explico cómo fue posible anticipar estos resultados".
El currículo de Henrion Caude no la hace sospechosa de anti-nada. Ha dirigido distintos equipos de investigación genética en el Hospital Trousseau y el Hospital Necker de París. Ha ejercido como neurobióloga en el Joslin Diabetes Center de la Escuela de Medicina de Harvard, en Boston, y en el Instituto Salk de Estudios Biológicos de La Jolla, en San Diego. Ha recibido la prestigiosa beca internacional Eisenhower en 2013. Y entre sus investigaciones destacadas se halla la implicación del ARN en diversas enfermedades genéticas infantiles en 2012, y reveló la existencia de los ARN MitomiR, que desempeñan un papel fundamental en la regulación celular.
"He dedicado gran parte de mi trabajo de investigación genética al estudio del ARN, impulsado por una profunda admiración por esta asombrosa molécula. El ARN es altamente reactivo y ofrece un potencial sin igual en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, superando a cualquier otra molécula natural".
P. ¿Por qué sus dudas y cuestionamientos acerca de las vacunas de ARNm han desatado tantas críticas?
R. Lo que ha causado confusión en mi posición es mi defensa del derecho al secreto médico. La vacunación es un acto médico y, como tal, debe mantenerse en la más estricta confidencialidad. ¿No es cierto que a menudo nos mostramos reacios a compartir detalles sobre nuestros exámenes médicos, ya sea una citología o un examen de próstata? Ha habido casos de personas con alergias documentadas a componentes de la vacuna que temían revelar esta información durante el periodo donde se pedía el Pase Sanitario, por temor a ser estigmatizadas o sentirse culpables. Agradezco la oportunidad de subrayar la importancia de mantener los datos médicos de cada individuo en el ámbito privado y de protegerlos adecuadamente. Es fundamental mantener la confidencialidad de la información médica.
P. ¿Qué nos ha dejado la pandemia?
R. El SARS-CoV-2 ha planteado numerosos problemas desde su creación. Como genetista, desde abril de 2020, comencé a comunicar sobre la posibilidad de que el virus tuviera un origen humano, a pesar de que en ese momento el consenso científico excluyera cualquier posibilidad distinta de la teoría de la zoonosis.
P. Esto nos lleva a la pregunta que no llegará a tener una respuesta contundente: ¿el virus salió de un laboratorio?
R. Hoy en día, parece cada vez más evidente que el SARS-CoV-2 puede haber venido de un laboratorio. Por lo tanto, es crucial hacer preguntas como: ¿Qué es el laboratorio encargado de crearlo? ¿Cómo ha pasado la filtración y cuándo ha pasado? ¿Es diferente tratar un virus de origen natural o derivado del hombre? Estas son cuestiones y problemas mundiales que todavía no se han debatido adecuadamente en tres años.
P. Entonces, nos encontramos aún sin conocer lo qué sucedió y ya hemos pasado página...
R. Si no entendemos completamente lo que pasó, ¿cómo podemos anticiparnos y prevenir futuros casos? En España, la cuestión del "cuándo" se ha vuelto particularmente relevante, ya que en Barcelona se detectó la presencia de SARS-CoV-2 en aguas residuales en marzo de 2019, un año antes de la pandemia. Se han encontrado indicaciones similares de circulación previa en Francia, Italia, Brasil y Estados Unidos, incluyendo la detección de anticuerpos anti-SARS-CoV-2 en pacientes de entonces. ¿No sería razonable considerar que el año 2019 ha sido un ejemplo de éxito en la atención médica, en contraposición a la estrategia de confinamiento en casa de 2020 con paracetamol y mascarillas, mientras esperábamos las vacunas? En última instancia, ¿por qué no analizar lo que pasó en 2019 para mejorar la respuesta a futuras epidemias anunciadas?
P. Volvamos a lo que le ha puesto en el centro del huracán: su cuestionamiento sobre las vacunas de ARNm. La Ciencia ya lo investigaba hace más de 30 años, ¿por qué no usarlo contra el Covid?
R. En mi libro he enumerado doce medicamentos basados en ARN que abordan enfermedades específicas, especialmente aquellas de origen genético. Sin embargo, es importante destacar que ninguno de estos medicamentos se basaba en la tecnología de ARN mensajero (ARNm), que es la que se utiliza en las vacunas contra el Covid-19. Constantemente estamos descubriendo nuevos miembros en esta gran familia de moléculas de ARN y apenas hemos comenzado a desentrañar su potencial. Afirmar durante la campaña de vacunación que comprendemos perfectamente el ARN mensajero es, en realidad, una afirmación falsa.
P. Queda patente en su discurso que cuestiona el tiempo, la celeridad con que se dio con la solución de la mano del ARNm, ¿cierto?
R. En cuanto a la cuestión de por qué se apresuró tanto en el desarrollo de las vacunas Covid-19, especialmente teniendo en cuenta el año 2019, la decisión fue impulsada en gran medida por motivos políticos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció una hoja de ruta para abordar la urgente necesidad de una vacuna contra el Covid-19. Desde la emisión de esa hoja de ruta hasta la administración de la primera vacuna en EEUU, solo pasaron diez meses, un logro técnico impresionante. Sin embargo, más allá de esta proeza, es legítimo plantear algunas preguntas críticas.
P. Junto a la premura, también enumera una serie de trabajos científicos que recopilan los efectos secundarios que han venido de la mano de la farmacovigilancia una vez se han pinchado las dosis. ¿Cuáles son los más destacados?
R. Los efectos secundarios que estamos observando se enumeran en documentos de Pfizer, que incluye una lista de más de mil enfermedades potenciales, incluidas 90 enfermedades genéticas. Frente a la ineficacia de las vacunas de ARN mensajero (ARNm) para prevenir la transmisión del COVID-19 o erradicar la pandemia, surge la pregunta sobre la necesidad de administrar dosis de refuerzo. ¿Por qué continuar en esta dirección, a pesar de los riesgos asociados con múltiples efectos secundarios?
P. Volvamos a lo que le ha puesto en el centro del huracán: su cuestionamiento sobre las vacunas de ARNm. La Ciencia ya lo investigaba hace más de 30 años, ¿por qué no usarlo contra el Covid?
R. En mi libro he enumerado doce medicamentos basados en ARN que abordan enfermedades específicas, especialmente aquellas de origen genético. Sin embargo, es importante destacar que ninguno de estos medicamentos se basaba en la tecnología de ARN mensajero (ARNm), que es la que se utiliza en las vacunas contra el Covid-19. Constantemente estamos descubriendo nuevos miembros en esta gran familia de moléculas de ARN y apenas hemos comenzado a desentrañar su potencial. Afirmar durante la campaña de vacunación que comprendemos perfectamente el ARN mensajero es, en realidad, una afirmación falsa.
P. Queda patente en su discurso que cuestiona el tiempo, la celeridad con que se dio con la solución de la mano del ARNm, ¿cierto?
R. En cuanto a la cuestión de por qué se apresuró tanto en el desarrollo de las vacunas Covid-19, especialmente teniendo en cuenta el año 2019, la decisión fue impulsada en gran medida por motivos políticos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció una hoja de ruta para abordar la urgente necesidad de una vacuna contra el Covid-19. Desde la emisión de esa hoja de ruta hasta la administración de la primera vacuna en EEUU, solo pasaron diez meses, un logro técnico impresionante. Sin embargo, más allá de esta proeza, es legítimo plantear algunas preguntas críticas.
P. Junto a la premura, también enumera una serie de trabajos científicos que recopilan los efectos secundarios que han venido de la mano de la farmacovigilancia una vez se han pinchado las dosis. ¿Cuáles son los más destacados?
R. Los efectos secundarios que estamos observando se enumeran en documentos de Pfizer, que incluye una lista de más de mil enfermedades potenciales, incluidas 90 enfermedades genéticas. Frente a la ineficacia de las vacunas de ARN mensajero (ARNm) para prevenir la transmisión del COVID-19 o erradicar la pandemia, surge la pregunta sobre la necesidad de administrar dosis de refuerzo. ¿Por qué continuar en esta dirección, a pesar de los riesgos asociados con múltiples efectos secundarios?
P. Ahora estamos en pleno inicio de la campaña de vacunación y muchos se preguntarán por la necesidad de una nueva dosis. ¿Qué les dice?
R. Para que el balance riesgo-beneficio esté a favor de la vacunación, es necesario contar con una vacuna efectiva, así como una evaluación médica individualizada de ese balance caso por caso. Siendo genetista y no médico, el único consejo que puedo brindar es: ¡infórmense! y también tome conciencia de la responsabilidad que tenemos con respecto a nuestro patrimonio genético, tanto para nosotros mismos como para las generaciones futuras...
P. Una de las acusaciones que ha recibido es la razón de escribir un libro para el público general sobre algo que tiene tantas aristas.
R. Nunca pensé escribir un libro. Los aprendices de brujo es una llamada muy solemne a considerar todas las dimensiones de estas inyecciones masivas en individuos sanos. El tema es realmente complejo. La ambición era colosal: compartir la comprensión de todos acerca de su genética y epigenética.
«Si no pagan a jugadores, ni a empleados, si no pagan luz ni acreedores, alguien debería explicar dónde va el dinero en el Sporting...» (Agustín Castellote, 29/07/2013)
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